La ausencia de grandes favoritos y la reducción a sólo dos jornadas convierten la ronda murciana, que arranca hoy con la etapa Balneario de Archena-Sierra Espuña, en una incógnita
DIONI GARCÍA/ La Opinión
La XXXII Vuelta Ciclista a Murcia más corta de la historia también es la más imprevisible. La reducción a sólo dos jornadas, una de ellas una contrarreloj que se disputa mañana en Murcia, no da margen a las emboscadas ni a rectificar los errores. Hoy arranca la prueba en el Balneario de Archena y concluirá en el Centro de Interpretación de Sierra Espuña tras coronar el alto del Collado Bermejo, cuya cima está menos de siete kilómetros de la línea de meta.